Plog es el registro de un viaje de aventuras mentales. Acá no hay nada importante, es solo una colección de ideas, pensamientos y experimentos que surgen de la exploración, la meditación y un poco de ganas de cuestionar todo.
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El frío de tus manos desvaneciéndose entre mis dedos, el olor a chocolate de tu piel y tus eternos labios mentirosos clamando un despertar. Me mirás como si no supiera tus intenciones, como si no esperaras la misma reacción que yo estuve planeando interminables noches. Nos quedamos mirándonos como si el tiempo no fuera una dimensión, como si el espacio nos quedara chico, como si no necesitara despegar mis comisuras para expresarte lo que me pasa. No te cansas de perseguirme con tus lunas, extrañándote, examinando, cada parte de mi sol, penetrando cada escondrijo del mundo que creé para cuidar mi alma. Levanto mi mano para acariciar, sin bacilar, tu sonrisa. Empezás a brillar, derramando gotas de agua cristalinas sobre mí. Te hacés agua. Ya no puedo tocarte, sólo sumergirme. Me sumerjo en un lago y me pierdo, no me reconozco, no me veo, soy transparente. Es un pequeño charco que de a poco crece, que fluyendo se transforma en un río, que va y que viene. Con el tiempo ese río es un poco de arte, en un ínterin es un mar, olas, orilla. Y sube y baja, sobre diminutas piedras, con el tiempo arena, con el tiempo polvo. Es un propio devenir. Entonces, antes de poder darme cuenta veo a un lado de tu pupila caer una gota de toda esa inmensidad líquida y no necesitamos decir más.